Valiente acto de amar, a una persona trans.

 




Valiente acto de amar, a una persona trans.


Todo marcha con normalidad en el universo de Maxi, le encanta introducirse en la primera burbuja cósmica que pasa por delante de su cara, para pasearse por la galaxia y contemplar el paisaje de setas gigantes y plantas de formas y colores inimaginables, mientras se deja conducir por la dulce esfera transparente. A veces se recuesta, poniendo las manos detrás de su cabeza y cruzando las piernas, otras veces permanece sentado. 


Maxi tiene doce años y hace muy poco que, cuando ve a ciertos seres de su galaxia, tiene sensaciones novedosas. Se queda embobado y siente un cosquilleo en su sexo y estómago. Su intensidad lo paraliza, física y mentalmente. Constata que esto solo le ocurre con criaturas de su mismo sexo. Le ha asaltado la preocupación ansiosa con la duda de si la naturaleza le ha puesto en el cuerpo que le corresponde, ya que si se siente atraído por su mismo sexo, quizás sea porque quiere tener el sexo opuesto. Hay un momento en el que esta opción le resulta la más lógica, puesto que tener la vida que tienen los del otro sexo, y poder hacer lo que ellos hacen, siempre le ha seducido. Llegado a este punto, comprende que para resolver el enigma, ha de hacerse la pregunta con toda franqueza. Traga saliva y sabe que la respuesta le puede llevar a un futuro muy, muy complicado. Se siente aliviado al constatar que está en el envoltorio correcto, en el que quiere estar.  


Ahora sabe sabe que se ha librado de tener que vivir una vida muy complicada, ya que en su mundo se desprecia a los seres que habitan un cuerpo con el que no se identifican. Maxi sabe que habría luchado hasta el final por ser quien realmente es. 


En la galaxia de Maxi, querer tener un envoltorio físico diferente al que a uno le viene dado, está relacionado con la perversión. Estos seres no son bienvenidos en los ambientes laborales, en los círculos de amigos, en política, en los mercados, en las escuelas como docentes. No son bienvenidos cuando cogen el autobús. La gente piensa que tienen una vida oscura y turbia en la sombra, casi como si no pertenecieran a la misma especie. Se piensa que estos seres son como máquinas sexuales, que no sienten. 


Pero hay un lugar neutro, acogedor, donde todo ser viviente es bienvenido y tratado con dulzura. Hablo del seno de las burbujas cósmicas, que flotan numerosas e incansables en la galaxia de Maxi.


Aire.

Ana V. Moreno.


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